Esta mañana, en la cama, Dios me mostró que me traían comida en una bandeja, tal como se hace en el hospital. En la primera visión, el cuenco estaba lleno de algo no identificable y de apariencia no especialmente apetecible. Pero la textura me recordó a un plato azerí que aprendí a hacer: partes iguales de berenjena, tomates y cebollas, cocidos y cocidos juntos. (Necesita sal, pero relleno.)
Y entonces Dios me mostró un cuenco diferente. Esto era sopa. Las manos estaban abriendo un paquete de aluminio y vaciando el contenido en el recipiente, pero todo lo que podía ver era una sustancia viscosa con hojas verdes flotando en la parte superior. Parecía algas, o más probablemente espinacas. ME ENCANTA la ensalada de espinacas crudas. ¿Pero espinacas cocidas? ¡Desagradable! Dios, ¿qué significa esto?
Entonces me vino a la mente un versículo de la Biblia: "Aunque os dé pan de angustia y agua de aflicción..." ¿Qué?!? Lo busqué en Google y encontré que está en Isaías 30:20. Aquí está Isaías 30:19-21, citado de la NVI:
Oh pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, no llorarás más. ¡Qué bondadoso tendrá cuando clames por ayuda! En cuanto oiga, te responderá. Aunque el Señor te da el pan de la adversidad y el agua de la aflicción, tus maestros nunca más serán escondidos; con tus propios ojos los verás. Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una voz detrás de ti que dice: 'Este es el camino, andad por él.'
Llorando ahora. Gracias Dios.
foto de Armando Rafael, encontrada en https:// www.marthastewart.com/1512620/sopa-de-quinoa-con-limon-y-espinacas
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